Tu maternidad y las opiniones de los demás

Cómo lidiar con tantos “opinólogos” de la maternidad

Más abarazos Huggies Más Abrazos // Martes 4 Febrero, 2020 // #maternidad, #consejos, #emociones

Tenemos dos noticias para ti: la no tan buena es que las opiniones no pedidas sobre la crianza de tus hijos y la maternidad continuarán por muchos, muchos años más; la buena es que es posible lidiar con ellas sin perder la cabeza. Te damos 4 consejos que podrán ayudarte:

Disfruta el aprendizaje

Ninguna mujer nace sabiendo cómo ser mamá y la realidad es que por más que leamos, investiguemos y preguntemos, es algo que todas aprendemos sobre la marcha. Así que no te agobies si no tienes todas las respuestas y olvídate del mito de la mamá perfecta, enfócate en cuidar de ti misma y en disfrutar de tu maternidad, una de las experiencias más increíbles que la vida te puede regalar.

Evita las comparaciones

Todas las mamás son diferentes, cada hijo es único y cada perspectiva del mundo también. Así como es esencial evitar comparar el progreso de tu bebé con el progreso de otros bebés, también es importante evitar compararte con otras mamás. Recuerda siempre que tus necesidades y las de tu bebé son únicas, lo que tal vez funcione para otras familias no necesariamente es lo mejor para la tuya.

Conservar la calma cuando de opiniones se trata

No te tomes a mal todas las opiniones

Como mamás vamos a escuchar muy seguido las opiniones de los demás respecto a la manera en que elegimos criar a nuestros hijos. A veces es asfixiante escuchar todas esas opiniones, sobre todo cuando se convierten en críticas poco constructivas. Si algo te incomoda o sientes que no te aporta nada, dilo con franqueza, pero tampoco te cierres por completo a escuchar a los demás. A veces podemos aprender mucho de la experiencia de otras mamás.

Y finalmente: nunca dudes de ti

Es inevitable sentir que estamos haciendo las cosas mal y la verdad es que se trata de un pensamiento que pasa por la cabeza de todas las mamás. Pero cuando esta idea cruce tu mente debes recordar una sola cosa: nadie en el mundo conoce mejor a tu bebé, nadie más que tú. En pocas palabras, ¡solo tú sabes qué es lo mejor para él.