La importancia de la disciplina

Disciplina positiva: ¿qué sí y qué no?

Más abarazos Huggies Más Abrazos // Sábado 4 Enero, 2020 // #bebe, #aprendizaje, #familia, #emociones

Los niños pequeños no nacen siendo conscientes de que no siempre pueden tener todo lo que quieren en el momento en que lo desean, eso es algo que aprenden con el paso del tiempo. La disciplina positiva no solo te ayuda a que tus hijos a desarrollen tolerancia a la frustración, también te ayuda a controlar los comportamientos inaceptables y a fomentar el buen comportamiento.

La disciplina no es algo negativo y tampoco se trata de un castigo. Los castigos físicos no siempre son un buen método para disciplinar a los niños, lo mejor es mantener una comunicación efectiva, misma que además ayudará a fortalecer la autoestima de tu hijo.

Fortalece la auto estima de tu hijo

Te damos 3 consejos que pueden ayudarte a crear una buena estrategia de comunicación y disciplina:

1. Establece límites

Explícale por qué determinados comportamientos no son aceptables. No es suficiente decir “no”, dile qué esperas de él y por qué: hay mucha diferencia entre decir “no avientes cosas” y decir “no es bueno aventar cosas, pues podrías golpear a otros niños por accidente y lastimarlos”.

2. Cumple con tu palabra

Por ejemplo, imaginemos que están en el parque y tu hijo se comporta inapropiadamente, entonces tú le pides que cambie de actitud y le dices que, si no lo hace, tendrán que irse a casa. Si tu hijo no escucha y persiste en un mal comportamiento, cumple tu palabra. A veces cedemos con tal de no lidiar con un berrinche, pero ten en mente que para que los hijos comprendan que el mal comportamiento tiene consecuencias, es importante que los padres sean consecuentes con tus palabras y acciones.

3. Usa refuerzos positivos

El refuerzo positivo de los buenos comportamientos es una herramienta de aprendizaje más efectiva que las palabras negativas sobre un mal comportamiento. Así que aliéntalo cuando haga bien las cosas y verás el increíble efecto que esto tiene.

Si sientes que estás teniendo problemas para establecer límites claros para tu niño, habla con tu pediatra para obtener apoyo y orientación.